«Culto, avioneta averiada y drogas»

«Culto, avioneta averiada y drogas»

Menudo evento nos tocó vivir al término de un culto con los hermanos aché de Puerto Barra el domingo 19 de setiembre de 2010!
Estábamos terminando la reunión cerca de las 11 de la mañana cuando llegaron varios achés golpeados y con la ropa hecha jirones: eran Luka Piragi, cacique 3° de la comunidad, junto con su hermano Modesto Chuwagi.  Fueron amenazados a punta de pistola, tirados al piso y pateados en diferentes lugares del cuerpo por agentes militares y de la Secretaría Nacional Anti Drogas (SENAD) que estaban en plena persecución de una avioneta Cesna con casi 500 kgs. de cocaína.  Aparentemente, los agentes pensaron que los achés eran parte de la tripulación de la avioneta o de los receptores de la droga en tierra.  Ni se les ocurrió pensar que los nativos sólo iban a mirar qué había sucedido con una avioneta averiada que vieron sobrevolar la comunidad.

Inmediatamente comenzamos a llamar al 911 y a las comisarías locales.  Movilizamos a las patrulleras de Naranjal, Santa Rita y Santa Rosa.  Más tarde supimos que los policías de Santa Rita dieron con piloto y copiloto, quienes se habían deshecho de sus armas en la selva e intentaban escapar como «inocentes civiles» caminando hacia la ruta VI, a unos 12 kms. de donde habían hecho el aterrizaje forzoso.  Los hombres aché tomaron sus arcos y nos juntamos a la entrada de la comunidad para ir en masa (unos 40 hombres y algunas mujeres).  Al llegar, vimos a los militares que estaban custodiando a unos 50 metros de la avioneta, quienes nos pidieron que no nos acercáramos mientras los agentes especiales hicieran su trabajo de rigor: bajar los bultos que contenían la droga y hacer el pesaje de la misma.  A los pocos minutos llegan las fuerzas policiales de las tres ciudades cercanas y se suma también la de la localidad de Iruña.  Una hora después el lugar fue centro de los medios de prensa locales y nacionales: Cable Visión Santa Rita, Diario Vanguardia de Ciudad del Este, ABC Color y Ultima Hora entre otros.

Todo un evento que sacudió la comunidad, y la dejó preocupada, pues podría decirse que los aché estaban involucrados en la recepción de la droga, pues hacía exactamente un par de semanas habían cortado para alimento de las vacas, una franja de terreno sembrado con avena de unos 15 metros de ancho por otros 200 metros de largo. Todo daba la impresión de que esa franja de terreno era una «pista clandestina» en pleno territorio aché… Fue por ello que pedimos a la prensa entrevistas para que esto quedara claro.

En conclusión, entre sustos, corridas, llamadas por celular y un hecho anecdótico que quedará entre las historias aché por varios años, luego de las 16 hs., cada uno se fue a su casa a contar y recontar todo lo vivido en un día para recordar..

Para la información de la prensa, ver los siguientes links:
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